Montserrat y Casas advierten sobre la necesidad de cambiar el papel de la escolaridad en el sistema de protección de menores
A pesar de la evolución de mejora que los sistemas educativos y de protección a la infancia han experimentado en el contexto español en las últimas décadas, son todavía bastantes los aspectos que deben revisarse desde la política, la práctica y la investigación. En el ámbito educativo, el abandono escolar prematuro es un claro ejemplo, así como los esfuerzos para incrementar la participación y el éxito escolar de colectivos como los gitanos o los niños y las niñas que viven en la pobreza. Estudios españoles nos muestran que los bajos niveles de ocupación corresponden a personas con bajos niveles de formación. El riesgo a la exclusión social va asociado a una desigualdad de oportunidades para seguir itinerarios educativos como la media de la población. A falta de datos sistemáticos sobre el nivel formativo que tienen los jóvenes que están o que han abandonado el sistema de protección, se dispone de un cúmulo de indicios apuntando a que constituyen un colectivo en alto riesgo de exclusión del sistema educativo.